La frase más común del invierno es: “¿a ver cuándo llega el verano?” La cual tiene un error de planteamiento. En algún sitio del mundo, siempre es verano. Así que no hay que esperar a que llegue sino salir a buscarlo. Y hoy lo encontramos en 3 playas de 3 países de 3 continentes diferentes: Cayo Sombrero en Venezuela, Koh Tonsay o Rabbit Island en Camboya y Essaouira en Marruecos. Tu oportunidad de tomar el sol en playas de arena blanca mientras tus amigos se mueren del frío.
Cayo Sombrero, Venezuela.
Naturaleza en estado puro. Cangrejos corriendo por la playa, aves multicolor surcando los cielos y un gran arrecife de coral en sus aguas. Así es Cayo Sombrero, en Morrocoy.
Una pequeña isla entre tantas otras del lugar. De arena blanca en su perímetro y una pequeña y frondosa selva en su interior. Y nada más. Esa es su grandeza. Silencio, brisa marina y descanso. Caribe en estado puro.
Koh Tonsay o Rabbit Island, Camboya.
Entre Tailandia y Vietnam la gente no busca la playa. En esa franja de tierra que pertenece a Camboya, la densidad de turistas es realmente baja y la oferta casi inexistente. Pero tiene sus rincones.
Frente al continente, la isla de Koh Tonsay también conocida como Rabbit Island, tiene un par de largas playas de arena blanca con palmeras que crecen donde la espuma de las olas naufraga. Con masajes de una hora bajo un techo de hojas de palma por apenas 6 euros y un par de chiringuitos que regentan las pocas personas que habitan el lugar. Simplemente maravilloso. Es la paz absoluta.
Essaouira, Marruecos.
Las playas del norte de África son diferentes. Las mujeres van tapadas, los camellos pasean por la arena y si eres extranjero te ofrecen hachís.
Y la gran playa de esta pequeña ciudad pesquera de la costa occidental atlántica es también diferente. Más que una playa para tomar el sol, es una playa para disfrutar del viento. Para hacer surf, windsurf o kite surf en su gran bahía protegida de las corrientes oceánicas. Un oasis a las puertas de uno de los desiertos más grandes del planeta.
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