La Barceloneta es uno de esos barrios que hasta hace unos pocos años era un lugar incomprensible. Sucio, dejado, con delincuencia y en la mejor ubicación de Barcelona: junto al mar Mediterráneo. Afortunadamente se dieron cuenta de la joya que tenían entre las manos y decidieron pulirla. Hoy es seguramente uno de los mejores rincones de la ciudad. ¿Vienes a conocerlo?
Hace unos cuantos años, pero tampoco demasiados, a los visitantes de la ciudad Condal se les recomendaba no acercarse hasta la Barceloneta. El barrio playero.
Además de jeringuillas en la playa, plásticos y algún personajillo que mejor no encontrarse había poco que ver. Fachadas sucias y nada conservadas, garitos de mala muerte, calles en mal estado, un “paseo marítimo” de escalofrío y robos a punta pala.
Pero lo curioso era el sitio. Primera línea de playa. Naciendo junto al puerto y alejándose hacia el Norte de la ciudad. Barcelona creció de espaldas al mar. Les pasó a muchas ciudades del Mediterráneo. En realidad, hasta el siglo XIX no hay evidencias de que el ser humano usara las playas como elementos recreativos. Y hasta finales del siglo pasado muchas no dieron el salto de abrirse a la inmensidad azul.
El día que decidieron invertir en el barrio, la ciudad cambió para siempre. Hoy es un pueblo dentro de la gran ciudad. Con su playa, su mar azul, con sus chiringuitos, sus bares de barrio, sus restaurantes, su paseo marítimo impecable, sus fachadas renovadas y llenas de color, su terraceo, su sol y mucha marcha.
Seguramente se haya convertido en el mejor lugar donde montar el campamento base para visitar la ciudad. Y eso es mucho decir. De hecho, en Oh-Barcelona puedes encontrar apartamentos de muchos tipos y a buenos precios. Y te encontrarás como en un pueblo del Mediterráneo lleno de vida, entre los dos puertos de la ciudad y a un paso del Barrio Gótico.
Quizá tardaron demasiado, pero pido un aplauso para Barcelona por haberle dado la vuelta a la tortilla y haber convertido un suburbio en un lugar de referencia y de visita más que obligada.
