Cuando se habla de Mallorca muchos piensan en alemanes, cerveza, broncas y aglomeraciones. Y nada más lejos de la realidad. Quizá en algunos lugares se dé esa estampa pero si escarbas un poco… Mallorca está llena de calas espectaculares de arena blanca y agua azul turquesa. Y hoy las vamos a visitar desde arriba. Para verlas con perspectiva, para hacernos una idea de lo que verdaderamente son y de la belleza y la tranquilidad que en ellas se respira. Bienvenido a las playas que siempre debiste conocer.
Si crees que para encontrar una buena cala en las Islas Baleares tienes que ir obligatoriamente a Menorca o a Formentera, estás equivocado.
Es cierto que estas islas tienen arenales que a uno le quitan las ganas de volver a su ciudad, a su pueblo o al palacio en el que vivan. Pero Mallorca está llena de hermosas playas en las que ver muchas más cosas que alemanes borrachos tostándose al sol. Que alguno también hay.
Las puedes encontrar en el Sur largas y arenosas, en el Este entre las pequeñas grietas de la abrupta costa y muy especialmente escondidas en el Noroeste, entre las montañas. Son pequeñas y coquetas, de arena amarilla y un agua azul turquesa producto de su alta salinidad. Y todas, o la gran mayoría, son de esas calas que solo esperas encontrar en las islas vecinas o en las islas del Mar Caribe.
Así que sorpresa. Las calas de Mallorca, a pesar de no ser tan conocidas, son de esos lugares que cualquier aficionado a las buenas playas debería conocer.
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